La provincia de Huarochirí, ubicada a pocos kilómetros de la ciudad de Lima, se ha constituido en un polo de atracción para los turistas nacionales y extranjeros que llegan a esta parte de la sierra peruana para disfrutar de las caminatas en las alturas, la naturaleza y la buena comida.
Así por ejemplo, el mirador de Characán, ubicado en el distrito de Callahuanca, provincia de Huarochirí, es el sitio ideal para probar toda la energía que llevan dentro los viajeros dispuestos a llegar a este poblado ubicado a 1,800 metros sobre el nivel del mar, para disfrutar de la calidez de su gente y de sus hermosas casas antiguas, algunas de tipo colonial.
Un letrero informativo, cerca del estadio municipal, indica el inicio de una caminata que conduce por un trayecto rústico hasta el mirador, situado a 2,270 metros de altura.
Al respecto, el presidente regional de Lima Provincias, Javier Alvarado del Valle, remarcó que el distrito huarochirano de Callahuanca ha sido elegido por su potencial turístico como el pueblo modelo del programa De mi Tierra, un Producto.
Huarochirí tiene un potencial turístico y se constituye en una provincia estratégica, pues se encuentra muy cerca de Lima, cuya población, de más de ocho millones de habitantes cuenta con una buena opción a donde ir y hacer turismo interno.
"Poseemos la meseta de Marcahuasi, en San Pedro de Casta; Moshoque, en Laraos; el bosque de Zárate, en San Bartolomé; las cascadas de Antakallo, en Matucana; las ruinas de Japani, en Carampoma, en fin, toda una serie de atractivos para conocer y disfrutar”, informó la autoridad regional.
Indicó que otro de los distritos de Huarochirí que será lanzado en abril próximo como la ruta turística del membrillo y la manzana será Antioquia. “Estamos trabajando muy fuerte con el alcalde, la comunidad y autoridades de la zona.
En el caso particular de la ascensión a la Cruz de Characán, Alvarado definió de extraordinario la experiencia de apreciar desde todo lo alto el paisaje que se divisa alrededor.
Los amantes del también llamado trekking tienen un reto frente a sí: doblegar todo ese esfuerzo que significa desplazarse por una ruta angosta, cuesta arriba y donde debes sortear las piedras que encuentras en el camino y la vegetación que te acompaña a lo largo del periplo.
Pero ojo, todo no queda ahí, pues los amantes de la botánica tienen ante sí también una serie de plantas silvestres que se combinan con las chirimoyas, paltas y cactus de diversas variedades que se yerguen a lo largo del camino.
Callahuanca llama a conocer sus diversos atractivos, como su iglesia Matriz, construida en el siglo XVI, y que se levanta al pie de su acogedora plaza de Armas.
Así también, se puede visitar el centro ecológico y turístico Piedra Huaca, donde se podrá conocer su piscigranja y apreciar la crianza de la trucha, bañarse en el río y descubrir caprichosas formaciones rocosas.
Figuran, además, sus sitios arqueológicos, como Ecascashoko, Achinsune y Huariquián, así como Mayt'Umay, que mantienen vestigios de la época preínca.
Ni hablar de las parcelas demostrativas de la chirimoya, fruto que se ha convertido en el símbolo de Callahuanca, en las cuales podrá conocer el proceso de su cultivo hasta su cosecha.
Alvarado informó que el gobierno regional ha invertido 40,000 nuevos soles para el pintado de las casas de Callahuanca, que en su mayoría lucen ahora una tonalidad melón, y la compra de combustible para que maquinarias mejoren la vía que conduce al distrito.